Reseña | Sound of Metal ¿Dónde radica el beat de la vida?
La mayoría de nosotros (as) nacemos con todos los sentidos en perfecta armonía; vivimos con ellos de manera casi inconsciente, están ahí y nos conectan con el mundo de manera directa. Aprendemos a identificarlos en la escuela. Somos capaces de ver, oír, saborear, sentir y oler; dos de ellos son indispensables en la comunicación: vista y oído.
Cuando algún ser humano carece por nacimiento de uno de estos sentidos su percepción del mundo es distinta. No se generan los mismos “recuerdos” o las mismas sensaciones del mundo. En tal sentido, mi mundo es completamente distinto al de la persona con discapacidad. ¿Es mejor mi mundo?
Quizás me sienta afortunada de vivirlo a plenitud; pero es un mundo signado por la desigualdad y la crueldad; un mundo con barreras y estigmas. Esas que pesan en quienes vienen a este mundo sin alguno de sus sentidos o aquellos que en el camino lo pierden.
Allí radica la raíz de esta historia. Ruben Stone (Riz Ahmed) es un baterista de una reconocida banda de heavy metal; él convive con su novia Louise (Olivia Cooke), cantante de esta banda, en una casa rodante (caravana le dicen allá).
Ruben es un ex-adicto a la heroína. Su vida se aferra al arte, la música y especialmente a la batería. Hace ejercicios, escucha música, se alimenta sano...y ama a Lou por encima de todo.
El drama se planta los primeros minutos de la película, cuando comienzas a experimentar la perdida progresiva de audición del protagonista. Para mi IMPACTANTE.
Me estremeció todo el trabajo de investigación, edición y mezcla de sonido - de la mano de tres mexicanos, por cierto- para recrear cómo es para una persona perder el sentido del oído.
No hubo momento en el que no sintiera la furia de Ruben, su dolor, su duelo.
Yo, me imaginé sorda. Lo primero que percibí junto a Ruben fue el ahogo. Es tan intenso que sientes como si el mundo acabara. Lo segundo fue la ira, la tristeza.
Riz Ahmed supo encarnar en Ruben todas esas sensaciones. Una actuación que se complementa con la presencia del actor Paul Raci, quien hará de su guía en el mundo de las personas con discapacidad auditiva.
Me emocionaron escenas como la de una conversación en medio de una cena, donde para los presentes hay silencio exterior y para los que vemos la película -con el sentido del oído en alerta- hay mucho ruido.
O aquella donde la de Ruben y un niño con discapacidad en un parque, sintiendo el sonido del metal como una conexión entre dos almas.
Al llegar al final de esta travesía, seguí pensando en todo lo que nos enseña Sound of Metal.
No les diré más porque ustedes deben verla y comentarla conmigo.
Sí la viste me gustaría conocer tú opinión. ¡Deja tu comentario!
¡Muchos abrazos cinéfilos!
Vanessa
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